- Este 21 de octubre de 2020, Alfredo del Mazo Maza inauguró la autopista Toluca-Naucalpan, en desacato a una orden judicial y en abierta violación a los derechos culturales y ambientales de la comunidad indígena de San Francisco Xochicuautla.
- Desde 2006, integrantes de Xochicuautla emprendieron una incansable batalla legal y comunitaria contra el megaproyecto carretero, pues la autopista destruiría sus tierras ancestrales y sus territorios sagrados.
- La autopista Toluca-Naucalpan fue planeada, licitada y concesionada entre 2006 y 2007 por gobierno del Estado de México. Desde entonces, la comunidad ha defendido el territorio comunal que se encuentra en grave peligro por esta construcción, la cual fue impulsada desde el año 2006 por el entonces gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto.
Ciudad de México a 22 de octubre de 2020. El miércoles 21 de octubre, el Gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo Maza, en compañía de los presidentes municipales de Toluca y Naucalpan, inauguró la autopista Toluca-Naucalpan, lo que implica la inminente finalización de construcción del proyecto carretero. En el acto inaugural, el Gobernador Alfredo del Mazo manifestó que, “la obra es de gran relevancia para la entidad, pues significa el fortalecer e incrementar la infraestructura carretera”, en este mismo acto también agradeció públicamente al Subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, por su intervención para lograr un acuerdo con las comunidades inconformes y así poder concluir el proyecto.
La última afirmación hecha por el Gobernador del Mazo omite que, desde el año 2007, integrantes de la comunidad de San Francisco Xochicuautla e integrantes del Consejo Supremo Indígena han sostenido una posición firme en contra de la construcción de la autopista Toluca-Naucalpan, pues se trata de un megaproyecto que implica el desmembramiento del territorio, así como la afectación a cultivos de subsistencia de la población, el corte de venas de agua, daños al bosque, entre otros.
La comunidad otomí (o Ñhathö) de San Francisco Xochicuautla en el Estado de México, se encuentra distribuida en diferentes comunidades y han permanecido en dicho territorio milenariamente, generando relaciones económicas, sociales, culturales y simbólicas con el territorio. A través del tiempo, han mantenido la práctica religiosa de veneración y ofrenda al circuito de cerros de la zona, conocido por los habitantes de la zona como el “Divino Rostro”. De la misma manera, los diferentes grupos de las comunidades han recorrido como costumbre, en peregrinación el territorio, principalmente el bosque conocido como “Otomí-Mexica”, dejando ofrendas en diferentes puntos sagrados del bosque, para pedir por una buena cosecha, así como salud y el bienestar de las personas.
Lo anterior, ha sido ignorado por el Estado Mexicano. Desde el año 2015, actores estatales y no estatales involucrados en la construcción de la autopista han violado diversas órdenes judiciales. Tanto el Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, como la empresa Autopistas de Vanguardia S.A. de C.V. (AutoVan) y el Sistema de Autopistas, Aeropuertos, Servicios Conexos y Auxiliares del Estado de México (SAASCAEM), entre otros, han incurrido en desacato de las suspensiones emitidas por el Poder Judicial de la Federación, en las que se ordenaba a las autoridades frenar la construcción de la autopista Toluca-Naucalpan, ya que los argumentos planteados en de la demanda de amparo inicial apuntaban a que, de consumarse el acto reclamado, podrían causarse violaciones irreparables a los derechos humanos de la comunidad indígena.
Es importante precisar que el contexto de la emergencia sanitaria derivada de la pandemia causada por el SARS-CoV-2 ha sido aprovechado por AutoVan y funcionarios del SAASCAEM para acelerar la construcción de la autopista, aventajando tramos importantes que solían estar vigilados por la comunidad que, ante las medidas para evitar contagios, se vio obligada a replegar sus esfuerzos de vigilancia comunitaria sobre la obra.
Para la CMDPDH, la inauguración de la autopista Toluca-Naucalpan es una muestra incontrovertible de la falta de compromiso del Estado mexicano para proteger, respetar y garantizar los derechos de los pueblos y comunidades indígenas. Con el actuar de autoridades locales y federales, el Estado mexicano, de mala fe, buscó favorecer una vez más a las grandes empresas constructoras, sin estimar las irreparables afectaciones que sufriría la comunidad en su ejercicio a sus derechos culturales, religiosos, territoriales, en su acceso al agua, así como su libre determinación.
Desde la comunidad otomí de San Francisco Xochicuatla y la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos exigimos:
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- A Andrés Manuel López Obrador, Presidente de la República, que cumpla con la suspensión definitiva dictada por el Poder Judicial de la Federación y que reafirme su compromiso en contra de los megaproyectos del régimen neoliberal.
- A Alfredo del Mazo Maza, Gobernador del Estado de México, que cumpla con las órdenes judiciales emitidas por el Poder Judicial de la Federación orientadas a frenar la construcción del proyecto carretero.
- A Alejandro Encinas, Subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, que aclare el papel ejercido por la SEGOB para la finalización de la autopista Toluca-Naucalpan.
- A la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que dé trámite urgente y prioritario al amparo en revisión derivado de la sentencia de Solicitud de Ejercicio de la Facultad de Atracción 784/2019.
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