Si bien la violencia en México, derivada de los grupos del crimen organizado y de la errada política de seguridad, es un hecho incontrovertible que se da en gran parte del país, dicha violencia, conforme lo verificó la CIDH, “afecta de manera diferenciada a ciertas zonas”, como lo son las entidades federativas que tienen frontera con Estados Unidos de América, entre ellas, Coahuila. La disputa territorial y la colusión entre los grupos del crimen organizado y los gobiernos ha tenido como resultado que “se han consolidado cárteles poderosos y violentos que en algunos casos tienen un alcance que va mucho más allá de las fronteras del país”, y que, incluso, “se han in ltrado en esferas del Gobierno”, tal y como lo registró el informe del Relator Especial de la ONU sobre las Ejecuciones Extrajudiciales, Sumarias o Arbitrarias resultado de su misión a México en 2013.
Coahuila no ha sido la excepción a la regla. Como veremos infra, los últimos años de su historia dan cuenta del posicionamiento de los referidos grupos, actuando de manera coordinada con las corporaciones de seguridad del Estado o, infiltrando dichas corporaciones y la más alta jerarquía del poder político estatal responsable de la seguridad pública. Las acciones y omisiones de estos actores han marcado la historia reciente de Coahuila y determinado las cifras de delitos que constituyen crímenes de lesa humanidad.
El análisis en este apartado acerca del contexto en Coahuila, a partir del período 2005 a la fecha, permite una aproximación a la situación de violencia en dicho Estado, identi cando los eventos más representativos y los actores principales de los mismos.