El 2018 fue clave en el ámbito político en México. En julio de 2018 se llevaron a cabo elecciones federales y de varios gobiernos estatales y municipales. El ganador indiscutible de los comicios fue López Obrador, representante del partido MORENA, quien había competido ya por la carrera presidencial en dos elecciones previas (2006 y 2012).
Durante la campaña presidencial destaca un evento trascendental. El 8 de mayo, cuatro de los aspirantes a la presidencia de la República, entre ellos el actual presidente, se presentaron a una convocatoria desde la sociedad civil “Diálogos por la Paz y Justicia”, que tenía la intención de conocer las posturas, programas y planteamientos de los candidatos.
En dicho encuentro, el candidato López Obrador afirmó su intención de cambiar la estrategia de combate a la inseguridad y violencia, atender las causas que originaron la inseguridad y la violencia, que pasan por el combate a la pobreza, atender a jóvenes, evitar la desintegración familiar y el rescate al campo y a los valores. Asimismo, reafirmó su compromiso con la búsqueda de la verdad y la erradicación de la impunidad. Dijo estar de acuerdo y abierto “a que organizaciones internacionales que trabajan para evitar la impunidad puedan intervenir en el país y puedan perseguir delitos”.
El 14 de septiembre de 2018 se celebró el segundo Diálogo por la Paz y Justicia, en donde el ya presidente electo se reunió con víctimas de violaciones a derechos humanos. En ese diálogo, las víctimas exigieron como parte de un paquete de justicia transicional: un mecanismo internacional contra la impunidad, una comisión de la verdad, un sistema extraordinario de reparaciones, un sistema nacio- nal de búsqueda de personas desaparecidas eficaz que incluya un mecanismo internacional forense y un mecanismo de protección de víctimas y testigos.
El 25 de noviembre, antes de asumir la presidencia, López Obrador dio a conocer su Plan Nacional de Paz y Seguridad 2018-2024. En el Plan no se incluyeron elementos propios de la justicia transicional. Al contrario, y de modo preocupante, se propuso la creación de un cuerpo militar para actuar en tareas de seguridad pública, la “Guardia Nacional”, cuerpo que se pensó bajo la cadena de mando del Ejército, integrado por civiles y militares y operando bajo la jurisdicción militar.
El 1o de diciembre, después de un amplio periodo de transición gubernamental, López Obrador asumió la presidencia del país y en sus discursos planteó una agenda de 100 puntos a cumplir por el gobierno federal. Dentro de estos, se dio un lugar limitado al tema de verdad, justicia y reparación así como al reconocimiento a las miles de víctimas de violaciones a los derechos humanos en el país, tanto de delitos del pasado, como de los actuales, producto de la guerra contra las drogas.