Desplazamiento interno forzado en México
Dentro del marco de inseguridad y violencia en México, en un clima de corrupción e impunidad
Se han generado enfrentamientos prolongados entre las fuerzas armadas y de seguridad contra grupos del crimen organizado, las desapariciones, secuestros, reclutamientos forzados, asaltos, robos de bienes materiales, extorsiones, amenazas, desalojos arbitrarios, violaciones graves a los derechos humanos, ejercidas por autoridades municipales, estatales y federales, generalizadas o sistemáticas, han sentado las bases para una nueva ola de desplazamiento interno forzado en el país.

¿Qué es el desplazamiento forzado interno?

Los Principios Rectores de los desplazamientos internos de la ONU, señalan que los desplazados internos son “Personas o grupos de personas que se han visto forzadas u obligadas a escapar o huir de su hogar o de su lugar de residencia habitual, en particular como resultado o para evitar los efectos de un conflicto armado, de situaciones de violencia generalizada, de violaciones de los derechos humanos o de catástrofes naturales o provocadas por el ser humano, y que no han cruzado una frontera estatal internacionalmente reconocida”.
El desplazamiento interno puede tomar distintas formas: individual o gota a gota tiende a ser un desplazamiento invisible, que involucra núcleos familiares pequeños que abandonan su comunidad. Y episodios de desplazamiento masivo, es decir, la movilización simultánea de diez o más núcleos familiares por una misma causa, tiende a tener lugar después de un ataque dirigido hacia los habitantes de una comunidad.
Al permanecer dentro del territorio nacional, no cuentan con una categoría legal como desplazados y por tanto, no cuentan con el régimen de protección que otorga el derecho internacional. Por ello, el gobierno en turno, tiene la responsabilidad de reconocer y crear un marco jurídico para atender, proteger y asistir las necesidades especiales que requieren los desplazados; y tiene la obligación de garantizar todos sus derechos.
características de la población desplazada
Las víctimas de desplazamiento son por lo general niños, niñas y adolescentes, indígenas, estudiantes, profesionistas, adultos mayores, campesinos, pequeños propietarios de negocios, empresarios, activistas, periodistas, defensores de derechos humanos, funcionarios públicos y mayoritariamente mujeres, madres de familia que ante eventos de violencia se ven obligadas a huir con la finalidad de salvaguardar su vida y la del resto de su familia llevando con ellas niñas, niños y ancianos.
En 2016 el sector indígena fue el más afectado, en al menos 7 eventos de desplazamiento interno forzado.

El desplazamiento en México
El desplazamiento en México ha sido tanto un recurso reactivo como preventivo. Las y los desplazados huyen de sus hogares de residencia habitual ya sea como consecuencia de actos criminales y violaciones de derechos humanos cometidos en su contra o hacia su familia, o bien, como consecuencia del temor fundado de ser víctimas ante un clima generalizado de inseguridad y de impunidad.
La Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, señala que durante el año 2016 se registraron 29 episodios de desplazamiento masivo en el país, impactando en al menos 23,169 personas, en 12 entidades del país: Chiapas, Chihuahua, Durango, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Oaxaca, Sinaloa, Tamaulipas, Veracruz y Zacatecas. De estos episodios de desplazamiento 20 fueron causados de manera directa por la violencia. Es decir, en 2016 al menos 21,031 personas tuvieron que abandonar su lugar de residencia de manera temporal o permanente con la intención de salvaguardar su vida a causa de la violencia.


Durante el periodo de 2009 a enero de 2017, en México 310,527 personas que tuvieron que desplazarse de manera interna debido a la violencia o por conflictos territoriales, religiosos o políticos.
Los eventos de desplazamiento interno masivos a causa de la violencia

CHIHUAHUA
Registró 3 eventos de desplazamiento masivos, representando 10%. Población afectada: 4,747 personas.
SINALOA
Registró 6 eventos de desplazamiento masivos en el trascurso del 2016, representando el 18.2%. Población afectada: 4,208 personas.
GUERRERO
Registró 7 eventos de desplazamiento masivos, esa cantidad representa el 24% del total anual. Población afectada: 1,650 personas.
Los estados con un solo evento de desplazamiento masivo registrado, son: Veracruz, Michoacán, Durango y Tamaulipas. Cada uno representando 3% frente al total.
Michoacán fue el mayor expulsor de población con motivo de violencia: Al menos 10,000 personas fueron desplazadas por violencia en el estado.
Dentro del estado se llevó a cabo un desplazamiento masivo de población que no fue debidamente registrado por los medios de comunicación en los días 23 y 24 de mayo; sin embargo, de manera inmediata y en el transcurso de los siguientes meses, la misma cantidad de población proveniente del estado de Michoacán fue registrada por autoridades y organizaciones civiles en Tijuana.

La localidad de Huixiopa, perteneciente al municipio de Badiraguato en el estado de Sinaloa, fue la que presentó un mayor número de eventos de desplazamiento.
A lo largo del 2016, tres veces se registraron eventos de desplazamiento interno masivo en la localidad. En una de las ocasiones el desplazamiento fue llevado a cabo por más del 96% de sus habitantes.

Durante el 2016 se registraron 29 episodios de desplazamiento interno masivo en México, 20 fueron causados de manera directa por la violencia.

Es decir, en 2016 al menos 21,031 personas tuvieron que abandonar su lugar de residencia de manera temporal o permanente con la intención de salvaguardar su vida.

Desplazamientos por otras formas de violencia o conflictividad

Chiapas.
En el estado se presentaron 2 eventos de desplazamiento masivo causados por violencia política, uno más por conflicto religioso y otro a casusa de un conflicto territorial. Dichos eventos forzaron el desplazamiento de 1,117 personas.
Zacatecas
El estado presentó un evento de desplazamiento interno masivo que impactó a 67 personas, por causa de la actividad extractiva.
Hidalgo
Un conflicto territorial impactó en el desplazamiento de 74 personas.

Jalisco
Presentó un evento de desplazamiento ligado a un conflicto religioso que impactó a 30 personas.
Oaxaca
Presentó dos eventos de desplazamiento interno masivo, que impactaron a 850 personas. Ambos desplazamientos se presentaron como consecuencia de violaciones de los derechos humanos cometidas hacia la población. El primero de ellos, tras los hechos ocurridos en el mes de junio en Nochixtlán en el que participaron policías federales y estatales generando el desplazamiento de 50 indígenas mixtecos. Y el segundo, derivado de un conflicto agrario y post-electoral que involucró la participación de autoridades y policías municipales que realizaron detenciones arbitrarias y ataques armados a la población.
Retorno de la población internamente desplazada

Derivado de la ausencia de instituciones y programas oficiales o no gubernamentales que atiendan el fenómeno del desplazamiento interno forzado,
no se tiene certeza del número de retornos que ocurrieron en el año y de las condiciones de seguridad en las que tuvieron lugar. Sin embargo, fue posible identificar que de los 29 episodios de desplazamiento interno forzado registrados en el año 2016, existieron 5 eventos de retorno de la población. Estos retornos suelen ser paulatinos y no siempre retorna la población total, debido a las condiciones de inseguridad y al temor de la población a convertirse en víctima de la violencia que le rodea.
Los desplazados internos en México y la ausencia de reconocimiento gubernamental
Frente a la ausencia de reconocimiento gubernamental y de políticas públicas de prevención y de atención integral y soluciones duraderas para las víctimas de desplazamiento interno en México, la población víctima de desplazamiento interno forzado continúa en aumento.
En el año 2016, al menos 23,169 personas se convirtieron en víctimas de desplazamiento interno forzado, sumándose a las cientos de miles de víctimas que a la fecha permanecen en un estado de profunda vulnerabilidad debido a la ausencia de reconocimiento y cobertura gubernamental.
